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Vivimos en la cultura de la prisa, buscamos hacer más cosas en menos tiempo. Llegar a todo sin dejar nada por el camino incluso en lo referente a nuestro ocio y tiempo libre.
El consumo se ha convertido en muchas ocasiones en algo que sucede aquí y ahora y eso lo tenemos que tener muy en cuenta a la hora de diseñar nuestras estrategias de venta al público.
Los clientes van con prisa a todos lados y tan solo les bastan 30 segundos para decidir si entran o no a tu local. Cuando se trata de la impresión que tendrá un cliente de tu negocio, importa y mucho. Por eso, invertir en el diseño y decoración de fachadas, es determinante para transmitir de manera eficaz el ADN de tu negocio.
La fachada es la parte exterior, visible y física del negocio. Es la materialización de lo que los clientes se van a encontrar cuando entren al local, tu carta de presentación, una herramienta de seducción que invita a entrar al punto de venta. Debe ser impactante y crear una necesidad real.
“Nunca olvides que en la fachada está tu marca y que es un lugar lleno de posibilidades”
El exterior de tu local transmite una idea de marca dirigida a un tipo de cliente, este debe sentirse identificado, asegurarse de que entrar en ese momento en esa tienda le va a aportar lo que necesita.
Para que un diseño de fachada sea exitoso, debe de comunicar los valores de marca, reflejar tu personalidad y estilo. Se trata de un elemento identificativo y comunicador indispensable.
No hay una manera única o correcta a la hora de diseñar una fachada, pero hay algo que nunca puedes olvidar: diferenciarte de tu competencia. Para ello hay que realizar una planificación estratégica previa, saber cuál es el valor diferencial de la compañía, pensar qué es lo que hace a tu negocio único, especial, y que por ello, los clientes te elijan.
También debes tener en cuenta, si dispones de más de un punto de venta, que es fundamental crear un diseño similar para las diferentes ubicaciones, adaptado a su entorno y objetivos, pero respetando la imagen corporativa de tu empresa. El diseño de exteriores de locales comerciales debe estar dentro de una misma línea, para que exista una armonía y similitud. Esta herramienta te diferenciará de la competencia y te permitirá posicionar tu marca.
Tener clara tu imagen y valores, en definitiva, lo que eres y lo que quieres transmitir, es clave. Si tus ideas son confusas, el mensaje también lo será. Esto es esencial y es la base para crear cualquier estrategia.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, para crear la decoración de fachadas de locales comerciales tenemos que saber qué elementos conviven en esta. Solemos encontrarnos con elementos permanentes; estos están presentes de forma habitual y son imprescindibles para el comercio, y elementos temporales o efímeros; que son recursos que decoran o nos sirven para comunicar novedades de la marca a nuestros clientes.
Si nos centramos en el primer grupo, elementos permanentes, nos fijamos en el revestimiento y el color, la iluminación exterior de la tienda, los rótulos de fachada…
A la hora de elegir los objetivos para tu local, es importante informarse de si existe alguna ley que impida realizar cambios en la fachada, es común encontrar normas de estética, para mantener la esencia de edificios históricos, esto no tiene porqué ser un impedimento, pero es un dato que puede limitar a la hora de diseñar y debes tenerlo en cuenta.
Para diseñar el revestimiento de fachadas debes saber si tu establecimiento está en exterior o interior, si quieres que sea un material duradero o piensas renovarlo cuando pasen unos años, y también qué color y estilo vas a elegir para el diseño de la fachada.
Los materiales más utilizados son la piedra, la madera, la cerámica, la pizarra, los revestimientos con elementos 3D, y el ladrillo. Si quieres optar por un material más duradero, es recomendable la piedra, la pizarra, la cerámica y el ladrillo, son materiales que no requieren mucho esfuerzo en su mantenimiento y soportan los cambios climáticos. Sin embargo, la madera, aunque no sea un material tan duradero es más acogedora y versátil, y te da la opción de crear diseños muy originales. Por otro lado, los revestimientos con elementos 3D, requieren un esfuerzo mayor de mantenimiento, ya que son estructuras más frágiles, pero con este tipo de revestimientos puedes llegar a crear exteriores sorprendentes.
Fachada de la flagship de Kenzo en Seúl utilizando conos de metal.
El color es un elemento más del diseño, decidirse por un color u otro no es una elección al azar, dependerá de qué quieres transmitir. La psicología del color es una teoría, con la que puedes conocer qué transmiten los diferentes colores a las personas, qué les hace sentir. Con un estudio del color, descubrirás con qué colores puedes transferir tu mensaje.
Por ejemplo; en un centro de tratamientos estéticos, se suele utilizar una paleta de tonos cálidos, donde no falta el blanco, así se transmite luz, tranquilidad, limpieza, pureza… Es muy interesante que observes estos ejemplos para que entiendas un poco más sobre qué transmiten los colores y así la elección del color de tu fachada sea la correcta.
En cuanto al estilo de tu fachada puedes decidirte por un millón de estilos diferentes, teniendo en cuenta que este sea afín a tu marca y a tu imagen corporativa , y que el impacto de tu diseño en el entorno resulte positivo. Utilizar un estilo diferente al resto te puede hacer destacar; aquí puedes ver diferentes estilos de fachadas comerciales que te inspirarán.
Una vez definido los anteriores aspectos, pasamos a otro elemento permanente; el rótulo en la fachada. Lo normal es que el rótulo contenga tu logotipo o nombre de marca. Este elemento es identificativo y decorativo, porque las personas al verlo, te identifican con facilidad a larga y corta distancia.
Lo más común es encontrar rótulos luminosos o rótulos no luminosos, pero con un color que destaque sobre la superficie donde está colocado. Puedes conocer más en profundidad los tipos de rótulos existentes aquí. Es importante facilitar la visibilidad del rótulo a larga distancia, se suele colocar en la fachada y a una altura de 2 m aproximadamente, esta distancia dependerá del espacio del que dispongas.
Por otro lado, está la iluminación externa de la tienda, aquí debes tener en cuenta el tono de la luz y los diferentes tipos de luces que pueden aparecer en escena. Existe la iluminación ambiental, que ilumina todo el espacio con una luz tenue, creando un cierto ambiente. Iluminación general, esta ilumina todo el espacio de manera que no se necesiten más luces para ver con claridad todo el entorno, e iluminación puntual o focal, esta luz es más intensa y se centra en iluminar un objeto o espacio en concreto. Aquí la elección dependerá de tus necesidades, pero es importante guiarnos por diferentes recomendaciones. Para conseguir que la iluminación alce tu diseño, por ejemplo, utiliza una iluminación focal para aquellos elementos de mayor importancia, o para separar diferentes zonas.
Por otro lado, tenemos el segundo grupo, los elementos efímeros, recursos que se usan a la hora de diseñar el exterior del punto de venta y que son fáciles de instalar y de retirar permitiendo así una actualización continua de la tienda. En resumen, son elementos gráficos de diferentes tipos: cartelería, vinilos, corpóreos….
La utilización de vinilos te abre un sinfín de posibilidades, son promocionales (para ocasiones especiales, rebajas y promociones) o decorativos (con una función estética). Puedes usarlos para informar al cliente de novedades o cualquier información relevante y también utilizarlo para agregar letras corpóreas. Existen muchos tipos, entre ellos, los vinilos poliméricos, se suelen usar para exteriores, son los más resistentes, los vinilos monoméricos, son duraderos, pero se recomienda utilizarlos para proyectos cortos, tanto en exterior como en interior. Y los vinilos fundidos, tienen una calidad y durabilidad mayor, se suelen aplicar en superficies irregulares o rugosas.
Las letras corpóreas son un recurso publicitario muy utilizado, ya que se pueden fabricar por un bajo coste y resultan muy atractivas. Se pueden realizar en materiales más baratos como el vinilo, a materiales como el metal o la madera. También se le puede añadir iluminación, todo depende de la importancia que quieras otorgarle.
La cartelería es un recurso informativo y publicitario excelente, la estrategia de marketing PLV (publicidad en el punto de venta) consiste en combinar diferentes materiales y recursos visuales y/o auditivos, para dar a conocer diferentes productos o servicios. Utilizar cartelería para promocionar un nuevo producto, una novedad, una oferta… Es una técnica muy habitual.
Por último y no por menos importante, sino todo lo contrario, os vamos a hablar del escaparate, solo unas pinceladas, para que lo tengáis en cuenta a la hora de diseñar vuestra fachada.
El escaparate se encuentra entre estos dos grupos explicados anteriormente, es un elemento permanente, pero a la vez efímero. Si en la fachada de tu local comercial tienes un espacio reservado para la instalación de un escaparate la visión de la tienda de cara a tu público variará enormemente.
A la hora de diseñar el escaparate ideal para tu negocio ten muy en cuenta lo que quieres mostrar y cómo hacerlo. Es fundamental conocer tu producto, saber lo que quieres vender y generar una imagen propia que te haga diferente del resto.
“Un escaparate convincente es el mejor elemento de atracción de nuevos clientes”
Escaparate de tienda Bulgari en Kuala Lumpur
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