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Diseñar una estrategia de colocación del producto en tu tienda física es fundamental para que se registren buenas ventas en tu espacio comercial.
“Un producto que no está claramente visible, es un producto que no será comprado”
La base de una buena estrategia de visual merchandising es crear una sensación de armonía en el espacio comercial, donde todos los productos estén perfectamente integrados entre ellos y con el entorno. Deben de estar todos colocados visiblemente, que el cliente pueda apreciarlo con claridad y cogerlo y tocarlo es clave para su venta. Un diseño donde exista un equilibrio entre estética y funcionalidad.
Zara store, Milán.
Un aspecto muy importante es conocer a tus clientes, saber el comportamiento del consumidor te hará tomar decisiones más acertadas. Deberás saber aspectos como: ¿Qué productos son más vendidos?, ¿Cuáles se venden menos?, diferencia de precio de los productos…
Por otro lado, tienes muchas herramientas que son muy útiles para conocer cómo se comportan estos en tu establecimiento.
Zonas frías y zonas calientes. Los mapas que te ayudan a saber dónde pasan más tiempo tus clientes, serán muy efectivos para saber dónde colocar un producto y que reciba mayor atención. Por otro lado. También te ayudará a saber cómo hacer que las zonas frías se vuelvan zonas más activas.
Por ejemplo; los productos necesarios que el cliente a previsto adquirir (compra necesaria prevista) se deben colocar en zonas frías, así dirigimos a los clientes hacia estos puntos de la tienda y los activamos. Los productos que el cliente no ha previsto comprar, por el contrario, deberán ir a una zona caliente (compra deseada imprevista).
Obviamente cada tienda tendrá su colocación según sus necesidades, pero estos consejos te ayudarán a determinar si tu producto debe estar presente en una zona fría o caliente.
Otras herramientas muy utilizadas son los mapas de tienda. Es recomendable crear una ruta para los clientes en la tienda, así estos recorrerán el espacio como tú quieres. Esta ruta puedes crearla con muebles o diferentes zonas, también hay empresas que hacen caminos más marcados y utilizan flechas para guiar al cliente.
Es importante saber el atractivo de cada producto, habrá productos que su característica principal sea el precio, otros el diseño estético, otro la funcionalidad… Esto es muy importante a la hora de cómo tratar cada producto y darle la importancia que merece. Este aspecto suele marcar el objetivo de venta.
El diseño de la tienda, de los elementos decorativos, y de los productos en sí, es muy importante para transmitir el ADN de la marca. La imagen que transmites con cada aspecto, crear sensaciones, emociones, y una atmósfera determinada harán que tus clientes tengan una imagen de ti. Así que deberás cuidar cada aspecto para transmitir exactamente lo que deseas.
Te contaré algunas ideas que debes tener en cuenta a la hora de colocar tus productos en tienda.
Colocar los productos nuevos al fondo de la tienda. Esta colocación incita al cliente a recorrer la tienda para ver los productos nuevos, al hacer eso verá todos los productos que le colocarás en el camino.
Rotar el inventario. Esto es esencial, rotar la colocación de producto es necesario para que los clientes amplíen el número de productos que están en su mente. Los productos de baja rotación se deben colocar junto a productos de gran importancia (bestseller), así captarás mayor atención del cliente.
La disposición de la tienda debe impactar. Evita utilizar un excesivo número de elementos que distraigan al consumidor, pero, aunque la composición sea más simple, haz que sea impactante.
La regla de tres. Para mejorar la experiencia del cliente los productos deben situarse al alcance de la vista, y aplicar la regla de tres para su colocación.
La iluminación. La iluminación te puede ayudar a que tus productos sean más visibles o tomen mayor importancia.
Marketing sensorial. Esta técnica ayuda a determinar la decisión de compra, utilizar olores, sonidos, texturas… que agraden, o creen emociones o sensaciones en el cliente es muy efectivo.
Compra impulsiva. Determina qué artículos son de compra impulsiva y colócalos cercanos a las cajas, así aprovecharás el impulso y deseo de compra del cliente y este con más facilidad se decantará por añadir algún artículo más a su cesta.
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